N.N
Para que nunca mas... es la respuesta a mi pregunta al cineasta argentino Nicolas Gil, de porque un joven de 23 anos, se habia interesado en dolorosos eventos acaecidos cuando aun el no nacia, me dice ,no queremos que la historia se repita, mientras recordemos el pasado, garantizaremos a las nuevas generaciones que lo mismo no ocurrira en el futuro.
Los demonios de las dictaduras sanguinarias se hacen sentir a travez del personaje, tanto asi que sabemos que la realidad fue mas violenta que la ficción, porque Nicolas nos introduce de la mano, en ese mundo de desaparición y dolor, cada gesto de su personaje es un gesto realizados una y mil veces por los que buscan esa identidad perdida, perdida entre las botas de los torturadores.
Nicolas nos trae al presente, nos pasea por la Plaza de Mayo, sin las madres o abuelas , pero que solo con la mirada, el personaje nos indica su presencia fantasmagorica, una pelicula en cada elemento técnico u histriónico ha sido estudiado , descorticado, afin de dar a la obra la grandeza de los gesto que emprenden los casi olvidados y digo casi, ya que Nicolas se esmera para que ello no ocurra.
Abordar la parte tecnica seria para mi una insolencia, solo me detendre en la fotografia, solo un instante, la luz utilizada, viaja y se deposita en cada elemento, humano o inanimado, es una luz candida y al exterior, triste, debe ser por la ausencia de identidad. El sabor de una poesia maltratada se abandona entre nuestros sentidos, Benedetti me tironea la manga de mi conciencia, Nicolas me detiene al borde del abismo de la contrainterrogacion, mi identidad ?.
La musica, muy bien elegida, Razon de Vivir de Victor Heredia, testimonia de la fineza de Nicolas, Leon Gieco , se pega a la piel, como en los viejo tiempo de resistencia callejera.
Para hacer una historia corta, IDENTIDAD PERDIDA, de Nicolas Gil, una obra de arte que no debe faltar en su cinemateca, una vez vista…se acordaran de mi.
Italo Lemus
Fotografo de Prensa y Cronista
Para que nunca mas... es la respuesta a mi pregunta al cineasta argentino Nicolas Gil, de porque un joven de 23 anos, se habia interesado en dolorosos eventos acaecidos cuando aun el no nacia, me dice ,no queremos que la historia se repita, mientras recordemos el pasado, garantizaremos a las nuevas generaciones que lo mismo no ocurrira en el futuro.
Los demonios de las dictaduras sanguinarias se hacen sentir a travez del personaje, tanto asi que sabemos que la realidad fue mas violenta que la ficción, porque Nicolas nos introduce de la mano, en ese mundo de desaparición y dolor, cada gesto de su personaje es un gesto realizados una y mil veces por los que buscan esa identidad perdida, perdida entre las botas de los torturadores.
Nicolas nos trae al presente, nos pasea por la Plaza de Mayo, sin las madres o abuelas , pero que solo con la mirada, el personaje nos indica su presencia fantasmagorica, una pelicula en cada elemento técnico u histriónico ha sido estudiado , descorticado, afin de dar a la obra la grandeza de los gesto que emprenden los casi olvidados y digo casi, ya que Nicolas se esmera para que ello no ocurra.
Abordar la parte tecnica seria para mi una insolencia, solo me detendre en la fotografia, solo un instante, la luz utilizada, viaja y se deposita en cada elemento, humano o inanimado, es una luz candida y al exterior, triste, debe ser por la ausencia de identidad. El sabor de una poesia maltratada se abandona entre nuestros sentidos, Benedetti me tironea la manga de mi conciencia, Nicolas me detiene al borde del abismo de la contrainterrogacion, mi identidad ?.
La musica, muy bien elegida, Razon de Vivir de Victor Heredia, testimonia de la fineza de Nicolas, Leon Gieco , se pega a la piel, como en los viejo tiempo de resistencia callejera.
Para hacer una historia corta, IDENTIDAD PERDIDA, de Nicolas Gil, una obra de arte que no debe faltar en su cinemateca, una vez vista…se acordaran de mi.
Italo Lemus
Fotografo de Prensa y Cronista