Saturday, December 22, 2007





CAFE ITALIA



El otoño se acabo de manera ruda y violenta en este pais, ya hemos recibido mas nieve de lo que cayo el año pasado, y los anuncios de tempestades no se dejan esperer, y entre todo ese vendaval blanco no faltan los elementos que le dan un color de amanecer mediterraneo a esta ciudad, ese color que encontramos en Sicilia, entre las ruinas de tantos imperios milenarios desmoronados a punta de invasion.

Son las 11 de la mañana, ya el sol desafia las nubes en lo alto, la nieve esta omnipresente, el tiempo del azucar esta aun lejos,, la savia se retira a dormir, aun cuando camino por el lado que el astro tempera, el viento fresco enrojece lo que queda de mis mejillas, me adentro lentamente en La Petit Italie, cuatro cuadras de alma italiana, todo esta presente, Toscana, Milan, Venecia, Turin, Sicilia, los comercios te hacen viajar por el paraiso gastronomico de la bota italiana, Milano nos ofrece 50 diferentes aceites de oliva, quesos parmesanos, romanos , pecorinos, y que decir de los salamis, pancetta, prosciutto, y naturalmente la pasta fresca (yo se, no lo digan).

Al lado se levanta el Cafe Italia (es curioso, era el nombre de mi inventora), un ícono entre la fauna itálica en Montreal, lugar donde se celebra todo, tres televisores y cada uno transmite en lenguas diferentes, italiano, ingles y frances, un cafe donde las religiones son cuatro, POLITICA, FUTBOL , FERRARI y OBSTINARSE POR CUALQUIER MOTIVO, y no necesariamente en ese mismo orden, lugar donde toda referencia de tipo social desaparece, en la misma mesa se pueden encontrar politicos, artistas, duenas de casa, amantes legales e ilegales, no hay preguntas, solo saber que se discute, Jo y su sombrero de cow-boy , de acuerdo a la leyenda el fue durante su juventud el Elvis Italiano, tal como hay Elvis, Chino, Canadiense, Coreano y creo que habia uno Chileno.

Por alguna razon que ignoro, es probable que el lugar me recuerde las fiestas familiares de antaño, esas que se hacian en casa del tio Alfredo, es probable que la zalagarda de este lugar me transporte a esas reuniones, casi puedo reconocer en cada rostro de los parroquianos a mis primos, y no es broma. En este lugar han nacido muchos de mis textos, en este lugar han tomado forma mis proyectos fotograficos, en este lugar he hablado de mis amigos lejanos, en este lugar me he sanado de la tristeza que he sentido cuando algun amigo a desaparecido demasiado temprano, y he soñado ….durante mucho tiempo.

Pido un cafe latte, todo servidos con desenvoltura, mejor dicho con familiaridad, el menu se encuentra escrito en una pizarra, el mozo se acerca cuando se da cuenta que has elegido, y tambien cuando ha terminado la discusion sobre el Inter de Milan, o si Kaka es mejor jugador que Rossi, o que Ferrari sera de nuevo campeon, o simplemente cuando ha dejado de coquetear con la magnifica mulata que esta en la barra, el aroma de buen cafe se desliza por entre las mesas, las risas son una coral en esta iglesia de tradiciones, los hombres se olvidan que el afuera existe, el tiempo se detiene por algunas horas, el aroma es embriagador, despierta los sentidos

Desde el Cafe Italia es facil ser un voyeur, sus grandes ventanales nos opermiten escrutar lo que ocurre con la fauna que frecuenta esta esquina de Montreal, podemos viajar, solamente escuchando las conversaciones de los comensales, podemos soñar, las historias de amores ilegales se discuten entre dos cafes, los caminantes se detienen como si fuera una estacion de servicios, echan cafe y continuan su peregrinaje hacia el Mercado Jean Talon (otra de mis guaridas), un segundo latte me permite terminar mi cronica, y tambien me permite regalarme de esta masa humana eclectica, para algunos es indispensable ir a la iglesia el dia domingo, para mi es exactamente lo mismo, salvo que no hay martires en este templo, todos han ganado un lugar en el universo….y creo que yo tambien.

Italo Lemus
Fotografo de Prensa y Cronista