Tuesday, November 21, 2006

ELQUI



El crepusculo de febrero se pega a la ventana del auto, algunos abrazos y besos de despedida a los que amo y aca estoy de nuevo en la ruta – siempre estoy en la ruta- y siempre estoy en las despedidas, como alguien me dijo alguna vez, estoy siempre partiendo, mis pasos me llevan al norte, siempre al norte, una busqueda de sabanas aun tibias , tengo al Pacifico a mi izquierda , la cordillera de la costa se vacia lentamente hacia los rompeolas.

La ruta me hace pasar por los recovecos de mi memoria , navego por esa aguas turbulentas de los tiempos idos, voy al encuentro de una marea de ilusiones que el tiempo anclo alguna vez, despues de algun tiempo de rodar, ya ni me recuerdo cuanto...Los Vilos se anuncia , una estacion balnearia que la cuarta region casi ha olvidado, despues de veinte años de ausencia no veo los cambios, aparte de algunos rostros envejecidos y ajados por el aire salino, el resto? no lo se.

New Pacific, aun en vida y con el, la mano generosa que me recibe, como en el tiempo, y ahora despues de tantos años me encuentro de nuevo a la espera, siempre he esperado...hasta a la muerte la he esperado...ya vendra.

Es el tiempo de amar, la silueta se define bajo el cielo salino, el aire esta cargado de emocion olvidada en los dos nortes, tan lejano uno del otro, durante esta ausencia he pedido prestado sueños, que es como caminar por una corniza interminable, con el peligro de que en todo momento la realidad vuelva a destruir tu puerta.

Navegamos entre los flujos vaporoso de la respiracion entrecortada, el alba se anuncia poco a poco, un nuevo amanecer menos solitario me acoge. Y retomo el camino, siempre norte, el espacio se ha reducido, dos corazones empujan el aire sobre las montanas, la gran ciudad y todas las almas de amistad estan a la entrada, la recepcion ?, imposible de describirla, son demasiados los cantos de lejanias que se reunen al mismo tiempo, y no existen dos Solecas en este planeta y si asi fuera, tengan la seguridad que el estaria con una mejor salud.

Ese pisco, eterno enamorado de mi garganta, hace de las suyas, y me prepara para otro encuentro, un amigo eterno de malas compañias, que segun Sabina, son las mejores, menos pelos, la misma risa, el mismo caminar cansino y su alma que se pone de rodillas por su amor eterno.

Y retomo la ruta...en direcion de El Valle de Elqui, las montañas intentan alcanzar el cielo, yo intento avalar una montaña de sentimientos, me refugio en la fotografia, me refugio en el aroma de su pelo de hiedra, a veces el silencio rompe nuestros monologos, de que hablamos?, ha pasado tanto tiempo sin mirarnos a los ojos, que los mios estan nublados de lejania y los de ella... estan inundados de otras voces.

Y como le explico al corazon que sus andanzas aun no se han terminado...ah!


Italo Lemus Fara
Fotografo de Prensa y Cronista

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

¡Hermosa descripción de un bello reencuentro!
El círculo de la vida ha permitido que te encontraras con parte de tu pasado y nada ni nadie podrá arrebatarte ese pedazo de historia secreta.
Sólo deseo que puedas atesorar esa aventura en tu mente y en tu corazón y que el tiempo y el azar hagan justicia con tus anhelos.... y los de ella......
Un abrazo y un beso a la distancia

7:38 PM  
Anonymous Anonymous said...

Cuánta nostalgia en estas letras hay que dar gracias por tener la oportunidad de volver a casa disfrutar con los hijos y nietos

3:50 PM  

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